Bajo la tenue iluminación del vestidor, Martina ajustó los tirantes de su traje de baño verde esmeralda, el cual se ajustaba a la perfección a su atlético cuerpo. Por otro lado, en el vestidor contiguo, Daniela se miraba en el espejo mientras acomodaba su melena suelta, la cual contrastaba con el brillante traje de baño amarillo limón que llevaba puesto.
Ambas chicas se preparaban mental y físicamente para el combate que se avecinaba. Se podía sentir la tensión en el aire. A pesar de que no habría público, las dos luchadoras sabían que este duelo sería recordado.
Cuando finalmente salieron al ring, ambas se estudiaron mutuamente. Martina era ligeramente más alta, pero Daniela tenía una mirada feroz que demostraba su determinación. Después de unos segundos que parecieron horas, comenzó el enfrentamiento.
En un rápido movimiento, Daniela intentó un "Arm Drag", pero Martina logró esquivarla y la contrarrestó con un "Belly-to-Belly Suplex", haciendo que Daniela cayera bruscamente sobre el tapiz. El cuerpo de Daniela se contorsionó ante el impacto, pero su rostro reflejaba más enojo que dolor.
Las chicas se enredaban entre sí, aplicando "Headlocks" y "Arm Locks", haciendo que sus cuerpos se doblaran de maneras que para cualquier persona normal serían impensables. Los trajes de baño brillaban con el sudor de la intensidad del combate.
De repente, Martina, con un rápido giro, logró atrapar a Daniela en un "Sharpshooter". Daniela gritó de dolor, su rostro se tornó rojo mientras intentaba llegar a las cuerdas para romper la llave. Su cuerpo se arqueaba en un intento de aliviar la presión en su espalda.
Pero Daniela, con un esfuerzo sobrehumano, logró revertir el castigo y aplicó un "Crossface" a Martina, quien ahora era la que luchaba por no rendirse. En medio del castigo, Daniela deslizó su mano y desató uno de los lazos del traje de baño de Martina, añadiendo un elemento sorpresa y distractor al combate.
Las dos continuaron luchando con una intensidad increíble. El momento culminante llegó cuando Daniela, aprovechando un error de Martina, la atrapó en un "Triangle Choke". Martina luchó, su rostro se puso morado y sus ojos parecían a punto de salirse, pero finalmente, con un último grito de desesperación, gritó: "¡Me rindo!"
El silencio inundó el lugar. Daniela, exhausta pero triunfante, se levantó y, poniendo un pie en el pecho de Martina, posó victoriosa. Luego, se acercó y, como trofeo de su victoria, tomó el traje de baño de Martina, dejándola en el ring, derrotada y humillada.
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