En los vestidores, bajo las tenues luces, Isabella ajustaba su traje color rosa pastel, decorado con pequeñas imágenes de nubes y monstruitos. Llevaba unas mallas azules transparentes que cubrían su brazo izquierdo y combinaban perfectamente con su traje. Por otro lado, Valentina, se miraba en el espejo mientras se ajustaba su leotardo con estampados de personajes coloridos. Su cabello rizado brillaba bajo la luz.
Antes de salir al ring, ambas se cruzaron miradas desafiantes. La tensión se podía cortar con un cuchillo.
El cuadrilátero, ubicado en un lujoso ático con vistas panorámicas de la ciudad, estaba listo. Sin público, solo ellas y el referí.
Iniciaron con una llave de cabeza por parte de Isabella, apretando con fuerza la cabeza de Valentina entre sus brazos. Valentina, con sus ojos entrecerrados, luchaba por liberarse mientras sentía el dolor recorrer su cuello. Logró contrarrestar el movimiento con un "arm drag", haciendo volar a Isabella al otro lado del ring.
Valentina, rápida y ágil, intentó un "suplex", pero Isabella esquivó y en un movimiento rápido y preciso, le aplicó un "sharpshooter". Las piernas de Valentina se contorsionaban mientras Isabella ejercía presión. Los gritos de dolor llenaban el ambiente. "¡Ah! ¡Suéltame!" gritaba Valentina.
El combate se volvía cada vez más intenso. Cada movimiento, cada llave, estaba cargado de pasión y ferocidad.
En un momento, Valentina intentó sorprender a Isabella con un "sunset flip", pero Isabella resistió y la atrapó con un "Boston crab", doblándola casi por completo. El rostro de Valentina mostraba una mezcla de dolor y determinación.
Un detalle que hacía este combate especial era el collar brillante que Valentina llevaba alrededor del cuello, reflejando las luces del cuadrilátero. A pesar del dolor, resplandecía con cada movimiento.
El combate parecía inclinarse a favor de Isabella, pero Valentina, con un último aliento de energía, logró aplicar un "DDT", dejando a Isabella desorientada. Valentina, aprovechando el momento, la atrapó en un "triangle choke".
Isabella luchaba por respirar, sus ojos se volvían vidriosos. En un último intento, intentó liberarse, pero su energía se agotaba rápidamente. Finalmente, con voz ahogada, gritó: "¡Me rindo!"
Valentina, exhausta pero triunfante, se levantó y colocó su pie en la cara de Isabella, en una clara señal de victoria. Con una sonrisa arrogante, se acercó a Isabella y le quitó su traje, llevándoselo como trofeo.
Isabella, derrotada y sin su traje, solo pudo mirarla con furia y prometerse a sí misma que la próxima vez sería diferente.
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